Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100262
Legislatura: 1889-1890
Sesión: 25 de enero de 1890
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Marqués de Sardoal.
Número y páginas del Diario de Sesiones: 78, 1323-1324.
Tema: Crisis ministerial y formación del nuevo Gabinete.

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros (Sagasta): Voy a decir unas cuantas palabras para ver si queda un poco más tranquilo el Sr. Marqués de Sardoal.

Por lo visto, nosotros no nos hemos explicado bien, porque S.S. tiene una inteligencia muy pronta y muy clara para comprender aun aquellas cosas que parezcan más oscuras. La defensa que hace el Sr. Marqués de la Vega de Armijo respecto al asunto no consiste en si se dijo o no lo que se supone en aquella reunión; lo que hay es que se trata del fuero y no del huevo. (El Sr. Marqués de Sardoal: ¡A ver el huevo!) Pues el huevo es el siguiente. (El Sr. Marqués de Sardoal: ¿Cuál es?) Reunidos en Consejo de Ministros, se acordó la crisis, y una vez decidido que yo fuera a presentar a S. M. la Reina la dimisión de todo el Ministerio, nos reunimos los ocho o nueve amigos (ya no Ministros), y entonces hablamos de la manera de llevar a cabo la conciliación, y cada amigo expuso sus opiniones; es posible que hubiese alguno que emitiera esa opinión, pero no se citó nombre alguno. (El Sr. Marqués de Sardoal: Porque no se citó teníamos esa curiosidad).

Hasta el límite que se pudiese, hasta donde conviniera al partido y al interés de las instituciones. (El Sr. Marqués de Sardoal: Pido la palabra). ¿Quién se puede molestar por eso? En toda la extensión que se pueda; extender los límites hasta donde se pueda; ensanchar los horizontes del partido liberal hasta donde fuera posible, repito, para el partido y en interés de las instituciones. ¿Qué hay aquí que pueda molestar a nadie? Claro está que alguno emitió esa opinión; yo mismo la emitiría, y se aceptó, porque no había que llevar la conciliación más allá de los límites indicados. Pero mis actos resultan más fuertes de lo que el Sr. Marqués de Sardoal supone. Allí no se aludió, como S.S. ha supuesto, a algún amigo; no se aludió a persona alguna; sólo se trataba de establecer líneas generales para llevar a cabo la conciliación, ni más ni menos. No pasó otra cosa.

Pero además, y este es el fuero, hablando allí como amigos, no como Ministros, sobre la solución que debía darse, claro está que aquella conversación era confidencial. (El Sr. Marqués de Sardoal: ¿Pasó o no pasó? Porque si fue confidencial, pasó). El señor Marqués de Sardoal dice que pasó tal como manifiesta el periódico. (El Sr. Marqués de Sardoal: No; lo ha dicho S.S., porque yo estaba dispuesto a decir que se equivocaba el periódico). No; allí se dijo que fuera lo más extensa posible, pero no tanto que traspasara los límites indicados. Ni más ni menos; y después de todo, yo tendría el derecho a negarlo, como lo tiene todo el que niega un hecho que ha ocurrido en una reunión confidencial. No hay, pues, más limitaciones; y si eso se cree que ofende a alguna persona, lo siento por la persona a quien ofenda. Por lo demás, la indicación [1323] fue tan extensa y general, que no cabe duda para nadie. [1324]



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